Museo de la Revolución y Memorial Granm

Este Museo se encuentra ubicado en el antiguo Palacio Presidencial que estuvo ocupado entre los años 1920 y 1960. En él se nos enseña de manera muy didáctica y pedagógica toda la historia de la revolución y la lucha contra la dictadura de Batista.

En el jardín contiguo se encuentra el "Memorial Granma", museo que parte del mismo, también se observa desde la calle y es el lugar donde expone vehículos, avionetas y el yate Granma, yate que se utilizó para trasladar de México a Cuba a Fidel Castro, Che-Guevara y demás expedicionarios que desde Sierra Maestra iniciarían la revolución contra Batista.

En la plaza contigua al Museo de la Revolución se encuentra el Memorial Granma, inaugurado en 1.976. Se trata de una exposición al aire libre en la que se muestran diversos objetos que también están relacionados con la revolución cubana: Vehículos, aviones (un Seafuri y un King Fisher), un tanque utilizado en la bahía de Cochinos, un bombardero... Pero la pieza estrella es el yate Granma, protegido por una inmensa urna de cristal y custodiado por soldados. Es el barco que llevó (en 1.956) desde el exilio en México a en Fidel Castro y sus combatientes de regreso a Cuba, para iniciar la revolución

Se encuentra el Granma y aún las marcas de los balazos que marcaron el paso a la revolución.

Museo de la Revolución, antiguo Palacio Presidencial hasta pocos años después del triunfo de la Revolución cubana siguió albergando en su edificio al primer ministro de la República y el consejo de ministros.

Hoy en día en plena restauración de sus salas para devolverle el esplendor y la belleza de su arquitectura.

Nos acompañó una guía y nos explicó todo de forma maravillosa, muy extendida y que hizo que entendiéramos perfectamente todo lo que ocurrió durante la revolución incluso antes y después. Recomiendo visitar con guía.

Sin tener nada nuevo que aportar a lo ya expresado en la reseña sobre las características del museo, veo que se obvia el relax que supone la limonada de su cafetería...probablemente la bebida más fría que pudimos encontrar durante nuestra estancia en Cuba!