Museo de Historia Natural

Si una cosa me fascina de Londres son sus Museos, no sólo por su contenido histórico, que lo tienen, sino porque son gratis!, y eso es un hecho que debería de copiarse y expandirse.

El Museo de Historia Natural de Londres es una pasada, ya su fachada me hace recordar a esos grandes y majestuosos Colegios de Cambridge u Oxford.

Ya solo nada más entrar os vais a encontrar un gigantesco Diplodocus en el Hall que os da la bienvenida. Además, el gran Hall es una sala central que os va a ayudar a tomar una dirección para visitar el Museo.

Tiene 5 grandes áreas que podeis elegir en función de que parte de la Historia os gusta más, por ejemplo, podeis elegir entre: Mineralogía (minerales). Zoología(animales), Entomología(insectos), Paleontología(fósiles) y Botánica(plantas).

El museo de Historia Natural de Londres es un lugar fascinante. Está en la estación de South Kensington, desde el metro hay un paseo subterráneo que te lleva, imposible perderte. La entrada es gratuita, y hay muchísima gente el sábado y domingo por la mañana. El museo hizo un inmenso esfuerzo para acercar la ciencia al público, hacer la más popular y accesible. Dinosauros, mamíferos en peligro de extinción, aves, la colección es impresionante y muy bien explicada a los niños. El lugar abre todos los días hasta las 18 horas, y ofrece a lo largo del año exposiciones temporales, estas sí son de pago. Otra atracción en invierno es la pista para patinar que instalan en frente del museo. Está hasta el 17 de enero 2010, y es un lugar mágico para ir a patinar, especialmente de noche cuando la fachada del museo está iluminada (abre hasta las 10, y el 31 de diciembre hasta la 1 de la mañana!). Las entradas para adultos están a 13 libras y los niños pagan 8.50.

El edificio en sí mismo ya vale la pena, enorme y con aspecto de catedral...una obra maestra de la arquitectura británica del siglo XIX, con una estructura de acero y hierro que disimulan arcos y columnas ricamente decoradas con esculturas de animales y plantas.

Pero no nos quedemos fuera, sino entremos para disfrutar de un espacio único, que combina las últimas técnicas interactivas y virtuales con la exposición de piezas tradicionales que nos recuerdan el delicado equilibrio entre la Tierra que habitamos y que ahora más que nunca está en peligro por la sobre explotación y la idea ya caduca de que el hombre es la especie dominante.