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Exquisito trabajo
En realidad y pese a que este pueblo tiene muchos atractivos turísticos, ésta fue la razón por la que visitamos La Iglesuela del Cid, las "muretas de piedra seca" que los habitantes han ido construyendo con el paso de los siglos en la parte este del pueblo.
La Iglesuela del Cid está dividida en dos por el Barranco del Canto. Justo en ese barranco los habitantes de "Iglesuela" han construido una serie de muros, con las piedras que la misma tierra le proporcionaba; cantos afilados de una piedra fuerte y ligera, ideal para trabajarla, transportarla y hacerla útil. Estos muros hoy día, son una especie de museo al aire libre que representa al pueblo más originario de "Iglesuela" y a su espíritu trabajador.
Una estructura hecha a mano con una belleza extraordinaria y una plasticidad digna de artistas.
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