Moya

Subiendo al norte hacia los barrancos desde la capital de la isla, por un bonito camino entre palmerales y plataneras, llegamos a este recoleto pueblo donde predomina la agricultura y alguna laurisilva.

El casco antiguo conserva cierto sabor prehispánico en la iglesia y los caseríos tradicionales.
La ermita construida a fines del siglo XV bajo la advocación de la Candelaria, de piedra y barro con techo a dos aguas, fue reemplazada en 1673 por una nueva iglesia que permaneció en pie hasta su sustitución por el actual templo a mediados del siglo XX. No dejeis de admirar las vistas desde

Es un pueblo que contiene playas y cumbres un municipio muy grande y muy bonito donde se sitúa los tilos una zona donde sólo se respira naturaleza y sólo se ve el verde de los árboles un sitio de tranquilidad que sirve par desconectar.

Moya también puede presumir de su gastronomía con sus famosos bizcochos y suspiros de moya