Original composición del más grande
Entramos en Mairena del Alcor con dirección al centro urbano, recorriendo la calle Cervantes, cuando vimos a nuestra derecha un extraño monumento calizo en una pequeña glorieta. Aparqué provisionalmente en una bocacalle cercana mientras mi acompañante tomaba algunas fotos.
Me llamó la atención al monumento por su originalidad. Nada de una figura en bronce o de un grupo escultórico al uso, sino una serie de monolitos, uno de los cuales se componía de una curiosa figura femenina.
Parecía una Victoria, por su victoriosa postura y sus alas, pero en realidad se trata de una representación de Andalucía. En su mano extendida sostiene una llave, símbolo público del reconocimiento que el mundo del flamenco otorgó a Antonio Mairena en 1962.
La primera Llave de Oro del Flamenco la obtuvo Manuel Vallejo. A su muerte los organizadores reunieron en la plaza Corredera de Córdoba a los mejores cantaores existentes, a fin de elegir de entre ellos el que mereciese recibir tal galardón. Allí derrocharon su arte Antonio Mairena, Chocolate, Fosforito, Juan Varea, Pericón y Platero de Alcalá. El jurado concedió la Llave de Oro al cantaor de Mairena del Alcor, que desde entonces fue reconocido como el mejor cantaor flamenco.
Una serie de elementos en la escultura son utilizados de forma alegórica. Como la estrella de los vientos, la propia victoria alada, la antorcha de la creatividad, el sol y el escalón sobre el que se apoya Andalucía. Son todos símbolos de la importancia de Antonio Mairena, de su aportación gracias a la cual el Cante Gitano se convirtió en Grande.
El original conjunto se completa con el cantaor, de perfil, y los nombres de los palos grabados sobre un monolito.
En una placa se hace mención a las razones de este monumento: “Al cante grande gitano llevado a la más alta cumbre en alas del maestro Antonio Mairena”.
El Monumento fue inaugurado en el año 1968. En dicho acto intervino el entonces alcalde Agustín Jiménez, el escultor Antonio Gavira Alba y el propio Antonio Mairena.