Demasiado grande
Casi todos los días paso junto a este monumento. Cuando las vías del tren se elevaron, separándose del suelo para situarse sobre un puente, Jerez ganó algo más que unos metros cuadrados de suelo. Hasta entonces desde la zona cercana al Estadio Municipal sólo podía llegarse a la zona norte por un único camino o había que dar una importante vuelta. Los atascos eran enormes y la fluidez del tráfico no existía.
Ahora las cosas han cambiado porque al quitar las vías de en medio la ciudad se ha conectado totalmente entre sí. Curiosamente esta rotonda se ha convertido en uno de los puntos álgidos de la circulación pues confluyen en ella los coches que vienen del norte, del este y del sureste. Total que ante la ausencia de semáforos se monta un caos tremendo y cuesta pasarla.