La fe mariana está muy arraigada en ...
La fe mariana está muy arraigada en Lucena. Nace con la llegada de los franciscanos en 1558 que la difunden y popularizan una imagen de Virgen con Niño. En 1617 el papa Paulo V prohíbe las opiniones contrarias al misterio de la Concepción Inmaculada de María y el ayuntamiento lo celebra organizando la fiesta de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, con una procesión entre el convento franciscano y el dominico. Actos que se repiten anualmente, a pesar de que a finales del siglo XVIII los dominicos intentan impedirlo, pero ante la oposición municipal y de la hermandad no pueden lograrlo.
En 1761 el papa Clemente XIII promulga la bula Quantum Ornamenti declarando patrona de España, las Indias y todos sus reinos a la Purísima Concepción. Mientras el ayuntamiento sigue haciendo suya la defensa del misterio de la Concepción Inmaculada y en el año 2000 logra que se le reconozca el derecho a que el lema de Lucena sea: Muy noble, muy leal y mariana ciudad de Lucena”.
Al año siguiente el registrador de la propiedad, Agustín Antrás Roldán, hermano mayor de La Soledad, expone la idea de un monumento delante de la iglesia de San Martín. La idea es planteada por la agrupación de cofradías en agosto de 2004.
El diseño inicial preveía cinco metros de altura, un templete de mármol conteniendo una reproducción en bronce de la imagen del convento franciscano. El coste se elevaba a 60.000 reales. El ayuntamiento propuso colocar el monumento en la zona de la parroquia del Carmen alegando su tamaño por lo que los cofrades lo redujeron a cuatro metros y el presupuesto a la mitad.
Se inauguró el 7 de diciembre en el Llanete de San Agustín, pero en un lateral lo que provocó el descontento y a principios del año 2005 se trasladó al centro de la plaza.
Curiosamente grupos cristianos de base protestaron airadamente por gastar el dinero en monumentos inmaculistas en tiempos de tanta necesidad.
La devoción mariana continúa en Lucena, ahora capitalizada por la Virgen de Araceli. Este monumento pasa casi desapercibido ante la majestuosidad de la iglesia dominica de San Martín. Pero esto es un resumen de la historia que hay detrás de esta reproducción en bronce de la imagen franciscana.


