Bilbao a tus pies
Subir al monte Artxanda es todo un clásico de Bilbao... si el tiempo acompaña, es una buena idea porque desde allí podéis ver todo Bilbao como si se tratara de una maqueta :), con los montes que lo rodean y la ría y sus sinuosas curvas.
Para ir en transporte público, hay que coger el funicular de Artxanda, muy céntrico y además una forma diferente de andar por ahí. Os deja justo al lado del mirador.
Yo había visitado este sitio hace ya más de una década, la primera vez que fui a Bilbao, pero era un día bastante niebloso así que no vi gran cosa. Esta vez tuve más suerte, je, je, y también me encontré con una novedad (me han dicho que lleva poco tiempo), una especie de escultura, "la huella", en memoria de las víctimas de la Guerra Civil española. Me gustó, por su significado, por la situación, y porque realmente estás ante una huella digital.