Siempre se ha dicho que las mejores...
Siempre se ha dicho que las mejores cosas son las que no se planifican. En los viajes muchas veces pasa eso. Uno se encuentra, casi por casualidad, con algún lugar que no esperaba y que no estaba incluido en su ruta inicial y ese se convierte en un momento memorable.
Me pasó algo parecido con Monsaraz. En principio, la visita a este pueblo no estaba en el cuaderno de ruta. Sin embargo, se acercaba la hora de comer, el calor apretaba y el desvío que indicaba el lugar, además señalaba restaurante. Giramos, salimos de la carretera principal y a lo lejos, en lo alto de una colina, ahí se encontraba el castillo marcándonos la dirección.
Lo que vino después ya es inolvidable. Sin duda, uno de los pueblos más bonitos que me encontré en Alentejo. Si no el que más. Blanco y amurallado, el interior de su casco histórico es como para grabar algo allí. Me recordaba mucho a las calles de mi querida Altea, en Alicante.
Además, las vistas que se ven son inmejorables, con el pantano más grande de Europa justo al ladito.
Un pueblo que no te puedes perder.


