Juan Rubio
Tenía tan buena pinta
Tras una terrible experiencia en un bar cercano, me di cuenta de que no había cenado y de que mi supervivencia hasta la mañana siguiente se vería en entredicho si no comía algo ligero.
Una churrería parecía todo lo contrario a lo que necesitaba en ese momento: comida grasienta, pesada y dulce... Pero tenía tan buena pinta que con palabras no lo sé describir.
Así que caí atrapado en esta Apocalipsis de churros con chocolate en la que cada bocado sabía mejor que el anterior. Espero con ansia el día que Mojaelchurro sea una franquicia con tienda en Madrid.