Me encantó
Realmente me encantó esta ciudad portuguesa, ya que lo tiene todo: Modernidad, tradiciones y naturaleza. Es la capital del concello de Miranda, se sitúa en la región norte de Portugal, en la comarca de Tierra de Miranda.
La ciudad es pequeña, y se encuentra dividida en dos partes: La zona nueva (donde se encuentran los alojamientos, restaurantes y comercios), y el casco histórico (formado por callejuelas estrechas y empedradas, muy cuidadas en las que se asientan los principales monumentos históricos). Sin embargo, de una zona a otra tan sólo tenemos 5 minutos a pie, recorriendo la Av. Aranda do Douro.
Es una ciudad que ha sabido mantener sus costumbres y tradiciones más ancestrales, como puede verse en las festas tradicionales (la danza de los "pauliteiros" o la música tradicional mirandesa), en los objetos realizados artesanalmente que pueden adquirirse en las tiendas de artesanías y productos típicos, o en el Museo Tierra de Miranda, donde se exhiben los trajes regionales típicos entre otras cosas. Conserva también su propio idioma, la lengua mirandesa, que es una mezcla entre portugués y castellano.
Además, está bañada por dos ríos, el Fresno y el Duero, y tiene la suerte de estar inmersa en un entorno natural inigualable, formando parte -junto con las provincias españolas de Zamora y Salamanca- del Parque Natural do Douro Internacional - Los Arribes del Duero.
El concello tiene 484,08 Km2 y 9.000 habitantes divididos en 17 freguesías: Águas Vivas, Atenor, Cicouro, Constantim, Duas Igrejas, Genísio, Ifanes, Malhadas, Miranda do Douro, Palaçoulo, Paradela, Picote, Póvoa, São Martinho, Sendim, Silva e Vila Chã da Braciosa.


