El mejor mirador
Un imprescindible si visitas la ciudad, es el mejor mirador elevado sobre el baluarte del Redín y final de los restos medievales de Pamplona.
Las vistas son magníficas. Merece la pena sentarse a disfrutar de las montañas que rodean la ciudad y de los restos de las impresionantes fortificaciones que rodeaban la villa.
En un lateral se sitúa el Mesón del Caballo blanco, posiblemente el rincón más buscado por los pamplonicas en las mañanas de domingo para tomar algo, escuchar música y desconectar.
Prepara la cámara para hacer interesantes panorámicas.