Un pequeño mirador
Granada es mi ciudad natal y donde he vivido siempre, hasta hace 6 años que marché a Barcelona para trabajar como diseñadora.
Ahora cada vez que vuelvo a Granada a ver a mi familia, siento que el embrujo de Granada me invade y me llena de melancolía. Decidí llevarme la Alhambra como símbolo más representativo del duende que tiene mi ciudad, pero no quise hacerlo desde donde todo el mundo la fotografía: hay un pequeño mirador, el mirador de San Cristobal en el Albaicín alto, desde donde esperé toda la tarde hasta que comenzó a oscurecer para hacer unas 100 fotos y luego ver cuál guardaba esa melancolía.