Metro de San Petersburgo

Y es que San Petersburgo no iba a ser menos. Si Moscú se precia de tener estaciones de metro que son en sí mismas museos, Peter también tiene las suyas. Y yo, de nuevo me quedé asombrado..
Sólo la entrada de Avtova, con su inesperada cúpula y las neoclásicas ventanillas de venta de billetes ya nos da una pista de lo que nos depara el interior y la idea de Lenin de que el metro fuera el palacio del pueblo y el proletariado.
Fijémonos aquí en las fastuosas lámparas que cuelgan SOBRE las vías, y las columnas forradas en cristal de Bohemia, tallado e incrustado en oro y plata, con estrellas de cinco puntas que hacen referencia a uno de los símbolos del comunismo.

Bueno nunca vi nada igual, la verdad. La exquisita opulencia la del metro moscovita de San Petersburgo, que da un servicio de 110 KM, con 64 estaciones, repartidas en cinco líneas para los desplazamientos de millones de personas por este palacio subterráneo.

Fue durante el periodo Stalinista, que para las ciudades con más del millón de personas, fuera necesario la construcción de un subterráneo.

En San Petrsburgo hubo más dificultades que en Moscú, por la geología del emplazamiento próximo al Golfo de Finlandia.
Siendo las estaciones mas antiguas las más opulentas en su decoración y riqueza en sus materiales y ornamentos.

El metro es una preciosidad y más alucinante es si piensas que estás a una profundidad de 20 pisos abajo de la tierra pero una de las cosas que se me quedará grabada en la memoria son las exhibiciones de objetos que hacen muchos pobres. Si te paras a pensar en la cantidad de dinero que ha costado el metro y la cantidad de pobres que mendigan por él es para volverse loco.

En algunas estaciones la manera de subir al metro es muy curiosa ya que hay puertas, y parece que estes esperando el ascensor y no el metro. Además en algunas hay que bajar mucho por el río.

80 Metros de profundidad. Muy fácil de usar, todo muy bien indicado.

Me llamo mucho la atención . Las vías no están visibles, es un pasillo con puertas, que cuando menos te lo esperas se abren y sales o entras al tren sin ver el tren . Curioso, muy curioso. La verdad es que es diferente