Niko Rodamel
Me gusta pasearme por el metro con mi...
Me gusta pasearme por el metro con mi cámara de fotos. La gente se cruza sin apenas mirarse. No sé de donde vienen ni a donde van. Trato de imaginar que son lo que viven. Vivo en Lyon, por lo que por lo menos me entretengo en fotografiar la calle y la gente que deambula por allí. Puedo pasar horas en un mismo barrio, coger el metro en un sentido y después en el otro, atravesar la misma plaza a lo largo y ancho con la esperanza de descubrir una escena insólita, una cara intrigante, un detalle... A la salida de una estación, el resplandor corta las siluetas urbanas en un contraste entre el negro y el blanco, dando a la escena un lado intemporal, casi cinematográfico.
Un bonita contraluz, casi a cámara lenta, suspendido, y sin embargo todo va rápido, menos de un segundo para activarse. Clic! Dentro de la caja. El sentimiento de haber hecho una foto que les guste, con este rastro sigiloso de la humanidad en la ciudad impersonal. Sin embargo, hay que esperar a estar delante del ordenador para ver cliché en pantalla completa. Como cuando se desarrolló la película: A menudo, decepciones, a veces agradables sorpresas.
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