Comida, personal, ambiente. Aconsejable sin lugar a dudas.
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Pepe Paradores
A la altura de los grandes.
Situado muy cerca del Parque de Abelardo Sánchez y a menos de cinco minutos andando del centro, nos encontramos con este restaurante que había permanecido cerrado durante años hasta que, en 2014, Jorge -un hijo del antiguo dueño- se decidió a reabrir sus puertas. Jorge maneja a la perfección las tres pequeñas salas que componen el restaurante mientras que Fernando -que trabajó en las cocinas del Parador de Alarcón- hace maravillas en los fogones. En la carta conviven una selección fija de platos del antiguo dueño junto a otros que van variando en el tiempo. A destacar la mención en carta de los platos aptos para vegetarianos y para celíacos. Precio contenido.
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