No puedo entender cómo llaman a este antro de mala muerte "mesón"
A las camareras ni se las entiende. El menú está escrito cómo les parece y ya cuando te sirven la comida... Eso es el acabose. El arroz tres "alicias" estaba hecho desde hacía varios días, parecía una argamasa de poner ladrillos de obra.
Los macarrones con chorizo era lo más comestible de lo que nos pusieron, teniendo en cuenta que los "espagos" (en mi pueblo, espárragos) salen de un bote, y aún así he de decir que tenían hilos y eran una porquería. De segundo nos traen un contramuslo de pollo que era de confianza, pues estaba recalentado varias veces, además de seco y duro. El filete de ternera era penoso, aunque tragable y la Sajonia, pasable.
Todo acompañado de patatas fritas de bolsa insípidas y acartonadas. De postre pedimos natillas que sabían a rayos y una tarta de queso en la que llegando al último cacho (el borde) percibí un color azulado y algo de moho en ella. Todo esto nos costó 30€, 10 por menú. Si mi opinión sirve de algo, estaré encantada, pues este sitio es un antro de mala muerte.