sala2500
De piedra
Este pueblecito está incrustado en la montaña pero, tan sólo a 6 kilómetros de la playa.
Paseando por el pueblo las vistas son espectaculares; por dentro casitas de piedra con aires medievales, por el este las vistas de la preciosas costa del cabo Corso y por fin el resto, rodeado de montes verdes y frondosos. No hay bares, ni restaurantes, ni nada que se le parezca.
Todos los comercios están en su marina, la Marina de Meria, un antiguo embarcadero del pueblo que se ha convertido en un pequeño paraíso turístico.
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