Julia y Miguel
A las 4 de la mañana, las calles ya están puestas.
A las 4 de la mañana, no toda la población de Hsipaw duerme a pierna suelta. En esta pequeña calle, vendedores de todo tipo de alimentos van y vienen. A pesar de que la calle esté provista por un par de farolas, cada puesto refuerza su iluminación con focos y, en su mayoría, velas, lo que crea un ambiente muy especial.
Hay que ir más o menos a las 4:30 o 5 de la mañana. A partir de las 6, este mercado se acaba.
El madrugón es importante, pero merece la pena.
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