ANADEL
Una plaza para no perdérsela
En época romana la zona NE de este área estaba ocupada por el Zairo, un teatro del período de Augusto con una capacidad para 6400 espectadores.
Durante el medioevo, en el prá (prado) se llevaron a cabo representaciones con temáticas sagradas.
Sin embargo, parte de este terreno, sobre el cual tenían derecho los benedictinos de la cercana Abadia de Sta. Justina, se había vuelto pantanoso y malsano debido al bajo nivel respecto al resto del centro urbano. Como el monasterio no contaba con medios para las obras de su saneamiento, el Senado veneciano lo expropiò y en 1775, se iniciò la recuperaciòn de esta plaza.
La mayor parte de sus 78 estatuas representan a personajes ilustres de la historia civil y cultural de Padua, desde estudiantes de la universidad, hasta poetas.
Una plaza donde fluye la vida por las mañanas, con un variado y gan mercado y donde la iluminacion nocturna la convierten en un lugar mágico.
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