Después de visitar el Tibet, con un ...
Después de visitar el Tibet, con un agotamiento y no precisamente de andar, sino del mal de altura (estamos a 4000 m de altura), vienen las compras, los recuerdos y el regateo.
Es un mercadillo que se monta todos los días en la plaza de Barkhor y que, empezando en esta, continua por las callejuelas de Lhasa.
Es fantástico ver como, viendo los puestos, oyes y ves a la gente rezar a tu lado, pues recordad que en la misma plaza, fundido con el mercado se encuentra el Monasterio de Jokang (El más importante monasterio Budista del Tibet).
Es una actividad continua en la que te ves inmerso enseguida.
¿ Qué os podeis encontrar allí?, pues mirad, desde la tienda más bonita llena de gemas, hasta un puesto con pelo humano, una caseta llena de quesos (os la muestro en las fotos), pasando por las típicas figuras de buda y siguiendo con toda clase de ropas, colgantes y banderas tibetanas con oraciones budista inscritas en ellas (este es un regalo que hay que comprar para llevar)
Eso sí, allí también se estila el regateo, así que si estáis acostumbrados lo teneis que hacer.
No es un regateo muy agresivo, ni insistente, lo tendréis fácil.
Es un mercadillo bastante grande, tomároslo con calma y disfrutad de la gente de Lhasa y la magia del hecho de estar allí. Sólo eso ya llena el espíritu.


