Dónde vamos Eva
Amor terrenal y divino
Quiero hacer una mención especial en mi recorrido por el Monasterio de Santa María la Real a dos lugares, que por su historia, por los personajes que descansan y por su belleza arquitectónica merecen sobresalir.
En primer lugar el Mausoleo de Don Diego López de Haro (Señor de Vizcaya) y su mujer Doña Toda Pèrez, del S XIII. Unas impresionantes tumbas situadas en una parte del muro del claustro, juntas, tocándose la una a la otra para confirmar el amor mutuo que sentían estas dos personas (no sé, yo lo he visto tan romántico;). Destaca del conjunto de figuras que narran el sepelio, las "plañideras", tirándose de los pelos y gritando de dolor (eso sí, en esta época las pagaban por ello).
Por otro lado, la capilla de Doña Mencia López de Haro, de estilo gótico, donde encontramos otras menos cuidadas de estilo románico, como es el caso de la sepultura de Garcilaso de la Vega, muerto en la batalla de Nájera. Lugar de recogimiento e infinita paz.
Dos increíbles lugares de bella expresión plástica que nos explican parte de nuestra historia.
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