Antro no, lo siguiente
A la luz de su web y de las imágenes de este hostel que aparecen en los buscadores de Internet uno podría pensar ‘oh, qué mono, este sitio es perfecto para dormir en mi próxima escapada a Amsterdam’. Error. Este sitio es un horror, llamarlo antro es quedarse corto, al menos en lo que a las habitaciones compartidas se refiere. No sé cómo se atreven a llamarlo hotel.
Los cuartos de mochileros se encuentran en un bajo sin ventilación y todos ellos se comunican por ventanas superiores lo que permite oler los pies y escuchar los ronquidos de todos las huéspedes de la noche. Una sensación maravillosa. Por no decir de los baños y duchas, solo utilizables con katiuskas y traje de neopreno para estar seguros de no contraer ninguna enfermedad. El cartel de “no dejes comida porque vienen las ratas” habla por sí mismo.