Sabor a mar en pleno centro de Zaragoza
Acertadísimo descubrimiento para tapear marisco y cualquier otro producto de mar en pleno centro de Zaragoza. Muy cerca de la Basílica del Pilar, en una de las concurridas avenidas de la capital maña, el Bar Belanche se sitúa en una zona muy poblada de bares y restaurantes. No por ello deja de sobresalir, y es que según entras en el bar percibes que estás en un bar "campechano", en un bar en el que te tratan de tú a tú, porque lo que importa aquí de verdad es el género y la materia prima que manejan, con la que quieren agradar a sus clientes.
Tanto el mostrador como las paredes de esta "cervecería-marisquería bar" están plagadas de jugosos carteles que invitan a perderse, gastronómicamente hablando, entre exquisitos platos y raciones. Las especialidades genéricas, el marisco y otros productos del mar, siendo la ración de gambas el producto estrella y más demandado de la casa. De todas formas, no faltan el pulpo, navajas, coquinas, puntillitas y un largo etc. que sería imposible de recordad por su extensión y calidad.
Aunque es muy típico disfrutar de dichas exquisiteces de pie en la misma barra, al fondo del bar, a mano derecha, hay una 5-6 mesas reservadas para degustar más tranquilamente dichas suculentas raciones, por lo que si andas un poco "viv@" y tienes suerte de coger sitio (suele estar complicado), disfrutarás todavía más de las delicias que ofrecen, con todo el cariño del mundo, en este bar. Puede que a cierta gente le parezca el típico bar de "fritanga", en el que cocinan con mucho aceite, rebozados, etc., pero sinceramente, si vienes aquí sabes donde vienes, y desde luego no entras precisamente para cuidarte ni comer de forma saludable, sino para disfrutar de marisco y sabor a mar en plenas tierras mañas, una auténtica paradoja que bien merece la pena experimentar.
Puedo decir que tanto las puntillitas, como el pulpo a la gallega y el plato de huevos con patatas y gulas que comimos, estaba delicioso, de rebañar con pan hasta dejar los platos limpios. Resumiendo, un auténtico descubrimiento de sitio, al que fuimos tras leer algunos comentarios positivos en Internet, y sinceramente, para todo aquel que vaya a Zaragoza y quiera degustar unas raciones de marisco y productos de mar a un módico precio, se lo recomiendo, estuvimos y comimos "como en casa", sin alardes de lujo ni trato, porque realmente este sitio no lo necesita para nada; al Belanche se va a comer marisco y a pasar un buen rato en un ambiente informal y campechano.