Mar de las Pampas

Su extensa playa, de más de 300 metros de ancho permite disfrutar momentos de soledad. Hay que escalar una duna de unos 30 metros de altura para acceder a ella, y posee un Parador con baños, duchas, carpas y restaurante para la comodidad de los viajeros. Si miramos hacia el norte, los edificios de Villa Gesell a unos 4 kilómetros parecen monumentales. Durante los meses de Octubre y Noviembre no es raro ver allá, en borde del horizonte, las ballenas en su migración anual hacia la Península de Valdés, mientras que en los meses estivales los delfines franciscanos pavoneándose por la costa, en una suerte de saltos coordinados. Por último, pero no menos importante, es la visita de algunas focas, sobre todo en los meses de Marzo a Junio.

La oferta turística es variada, desde hostales de cierta categoría, hasta petit hoteles con muchas comodidades. Su Centro Comercial, dividido en encantadores sectores tales como "Rincón del Duende", "Paseo de los Rosales", "Paseo los Plumerillos", "Serendipity", "Paseo de la Comarca", ofrecen no solo cualquier cosa que uno pueda necesitar durante su estancia, sino una gran variedad de restaurantes con una vasta oferta gastronómica.

Un lugar romántico, ideal para parejas que disfrutan las caminatas sobre sus calles de arena, o a la luz de la luna, ya que el alumbrado público es bien escaso. Quizás sea una buena idea llevar una linterna o luz de mano.

Su fácil acceso desde la Capital Federal, donde varios servicios de autobuses de muy buena categoría y servicio parten al día desde la terminal de Retiro hacia Villa Gesell, es una opción muy interesante para descomprimir de la polución y la ciudad.

Un tip importante: Los meses de Enero y Febrero se convierte en lugar de descanso de los porteños. Los mejores meses para visitar el lugar son Diciembre y Marzo.