Kris por el mundo
Un hotel encantador
En el corazón de la ciudad colonial de Galle, en una estrecha calle, se abre el patio ajardinado con mangos y cojines de colores que da acceso a este coqueto hotel. Muebles de madera, cojines rosa, ventiladores y saris en las paredes decoran las zonas comunes donde es un placer sentarse a tomar un té fresco al final del día.
Hay habitaciones de distintos tamaños, algunas con balcones, otras con patios... La número 7 peca de excesivamente pequeña, aunque su cama seguro es tan cómoda como las del resto de habitaciones.
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