Annette Barriola
Aguas cálidas y cristalinas
Situado en el Parque Nacional Mochima, llamado así por ser una tierra de muchas aguas, se encuentra la Playa de Manare. A esta playa sólo se puede llegar a través de un peñero, en un recorrido natural indescriptible rodeado de vegetación y formaciones rocosas.
Al llegar a Mochima lo primero que cautiva son sus aguas cálidas y cristalinas, así como su arena blanca. Con poco oleaje, es la playa perfecta para descansar, relajarse y dedicarse a oír el sonido del mar. Tiene pocas palmeras y toldos naturales para cubrirse del sol, pero tiene un pequeño y sencillo restaurante que no sólo alquila sillas y toldos, sino que también ofrece una deliciosa comida del mar.
Para los más aventureros, tienen la opción de bucear, harcer snorkeling y hasta incluso poder acampar y quedarse unos días a dormir en la playa.
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