Malá Strana

El barrio de Mala Strana se encuentra a los pies del Castillo de Praga y acaba en el río. Es la parte vieja de la ciudad y uno de los barrios más señoriales. Se nota en las calles, en los edificios y en el ambiente. Las casas son de construcción antiguas, algunas muy recargadas, pero excelentemente conservadas, con colores vivos que desprenden fuerza. Todo está limpísimo y muy bien cuidado. Son calles pequeñitas, algunas en cuesta, con el castillo al final del todo. Muchas están asfaltadas con adoquines, lo que le da un aire aún más clásico. Una de las más bonitas es Nerudova, que es la que nos baja del castillohasta le centro del barrio. Al lado está la Iglesia de San NIcolás, digna de visitar. Merece la pena darse una vueltecita larga por estas calles, que te remontan a tiempos pasados. Los restaurantes y bares también guardan ese estilo antiguo combinado con la modernidad de los tiempos que corren. Tomarse una cerveza en uno de ellos es un placer. Además, es uno de los mejores lugares para comer, pues sus restaurantes, la mayoría, son de muy buena calidad y no demasiado caros. En muchos sirven comida tradicional riquísima.

En la zona de malastrana, en un corner de apariencia sencilla, se encuentra la entrada a un jardín barroco precioso!!! Muy bien cuidado (con lo que facturan de la entrada) pero muy muy bonito! Allí encontramos a una pareja de novios, un martes, haciéndose las fotos de la boda!! y es que se conoce que es un lugar elegido por el praguense para este tipo de reportajes.
Las influencias en este jardín, van muy en consonancia con la ciudad, ya que algunas de sus estátuas compartieron escultor checo "Matyas Bernard", con algunas de las estatuas del puente de Carlos, y el jardín fue diseñado por el mismo arquitecto de la torre de "Clementinum" "Frantisek Maxmilian". Aunque los jardines fueron remodelados hace relativamente poco, sobre 1998.

Mala Strana, en checo significa pequeña ciudad, y es que cruzar Karluv Most para llegar a este gran barrio significa retroceder aún más en el tiempo y ver los inicios de Praga.
Poca gente vive en este barrio, que está lleno de embajadas y edificios administrativos debido a la cercanía con el Castillo de Praga.
Aunque sea el barrio más turístico y con más afluencia de gente, los precios de los restaurantes no son excesivos, y podemos comer muy bien.
Lo mejor que podemos hacer en Mala Strana es caminar por sus estrechas y empedradas calles sin rumbo, ya que cada esquina nos va a sorprender con algo.

Entre el castillo de Praga y el río Moldava se encuentra el Barrio Pequeño de la ciudad, uno de los más antiguos y con más encanto de la capital checa. Edificios inmensos que ahora son embajadas, calles adoquinadas y tranquilas, alguna tienda de las famosas marionetas e, incluso, un canal (algo que uno no espera encontrarse en Praga) son algunas de las características de este barrio. No dejará indifente a nadie. ¡Ah! Y para quien esté cansado de la comida checa, también encontrará cerca de allí un restaurante español, El Centro, aunque en su carta hay algunos platos que proceden de otros lugares

Es uno de los barrios mas bonitos de Praga se encuentra al pie de la colina donde esta el Castillo, frente a la Ciudad Vieja y accedes a ella por el Puente de Carlos, bajo las bellas torres góticas que se sitúan a ambos extremos del mismo.

Sus calles y plazas están muy concurridas. Tiene un encanto especial por los monumentos y los edificios que iras encontrando a su paso.

La plaza central de Mala Strana, está rodeada de cafeterías y restaurantes, donde podrás hacer una parada.
Esta plaza se divide en dos partes, pues en el centro se sitúa iglesia de San Nicolás.

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