Madera FIna
El chef Carlos Calderón se vino de vacaciones a Venezuela desde su natal Ecuador y terminó quedándose, trayéndose a su esposa y montando un restaurante en Choroní. Este lugar se ha convertido en uno de los sitios más bonitos que tiene para mostrar este pueblo y donde se puede probar el mejor ceviche de la zona. El restaurante es grande, con capacidad para unas 300 personas, el menú es amplio y se consiguen platos con un sabor muy ecuatoriano pero con ingredientes venezolanos. Los cocteles son divinos y Calderón prepara uno con el limón en el cual se prepara el ceviche que acompaña el plato que se pida. Una de las cosas bonitas de este restaurante es el mirador que tiene con vista uno de los acantilados de este pueblo aragueño. El atardecer ahí se disfruta sentado con la vista del mar y el cielo casi sin nubes de este poblado costeño