Los Porfiados

Todo un descubrimiento, acogedor en el corazón del barrio de Lavapiés. La carta se parece a la cocina de nuestras madres, con cremas que cambian cada día, platos de siempre con toques de ahora y un menú sano y casero.

La decoración y la música acompañan el buen ambiente que se respira, tan agradable y acogedor que da ganas de quedarse al café y al rato de después (eso sí, acompáñalo con unas milhojas de dulce de leche y ya si que no olvidas ese momento).

Muy recomendable y asequible para cualquier bolsillo. ¡Ojo! De momento no se puede pagar con tarjeta. Si sois un grupo grande, mejor id con reserva porque se llena en seguida.

Este sitio, que hace un tiempo se puso muy de moda, ofrece una carta muy rica con platos para todos los gustos.

Nosotros pedimos varios entrantes de burrata, empanadas, quiche... y de platos principales katsu de pollo, entraña, lubina con piña... La verdad es que me pareció que todos estaban estupendos.

La única pega que pondría es que la atención, en algunos momentos, fue poco agradable...
Pero bueno, quizá fue algo momentáneo.
Y por comentarlo también: sí se puede pagar con tarjeta ya.

En el barrio de Lavapiés, comida casera sabrosa y a muy buen precio.

La carta no es extensa, lo cuál se agradece, pero tienes entrantes variados (ensaladas, empanada, verduras, tempuras, etc..) platos principales (hamburguesas, fish&chips de merluza, milanesa, etc..) además de un plato del día.

El espacio es amplio y agradable, lo mejor es reservar mesa para asegurarse.Las mesas del fondo tienen para sentarse unos bancos corridos con cojines muy cómodos.

En cuanto a precio, está realmente contenido, precio medio de 10€ el plato principal.
En definitiva, una excelente opción diferente para comer/cenar por el centro de Madrid.

Los Profiados esta decorado con mucho gusto, te sentirás como en casa. Todas las mesas son diferentes y tiene una zona de sofás para poder tomarte un café tranquilamente leyendo el periódico.

La carta es muy amplia, todo es casero y preparado con mucho cariño, y se nota. Podrás degustar, desde hamburguesas, ensaladas, sopa de cebolla... cada día tienen un par de platos fuera de carta.

La calidad es muy buena y de precio esta genial.

Es un lugar excelente para ir a desayunar, comer, merendear o cenar y porque no, tomar unas cervezas. Comida casera muy cuidada y tartas e infusiones bunísimas para pasar una tarde agradable.