Los Lagartos

Este club social y deportivo, marcó mi infancia. Recién llegado a Bogotá, a finales de la década de los años 70, mi padre se hizo socio y pasé allí tantos fines de semana como recuerdo.

Es un lugar privilegiado en la ciudad, apartado del ruido, permite encontrar rincones agradables en sus hermosos rincones y jardines, hacer paseos rondando el lago, por los campos de Golf; o hacer algún deporte al aire libre o cubierto, después terminar el ejercicio con unos minutos en los baños turcos para relajarse, o en las aguas termales es paradisíaco.

De pequeña hacía algo de natación, al final me incliné por el tenis.