Escondido entre montañas
Este es el ejemplo de lago escocés de película, donde el aguerrido personaje principal nada, se lava y monta su cabaña. A este lago no se puede llegar con ningún tipo de vehículo y no queda otra que andar más de hora y media para llegar a sus aguas, que en la mayoría de los días es todo un espejo de las montañas colindantes.
En cierta manera esto aumenta su belleza, al encontrarse entre dos montañas y a ser un completo desconocido para el viajero y mucho más para el turista.
Un lago de pequeñas dimensiones y con una profundidad que está entorno a los 12 metros y que curiosamente es muy famoso en la zona por ser buen punto de pesca de la trucha marrón, muy apreciada en este área. Es más, son muchos los que suben alguna de las dos cimas por mero ejercico físico en plena naturaleza y a la bajada montan su caña y pasan el día de pesca.