María Roncero
Llama para reservar
En Linnea la carta que ofrecen no es muy amplia, pero todo lo que hacen esta buenísimo. El servicio es impecable y Jonas, el chef, sale siempre al final de la cena para preguntar que tal ha estado todo, buen detalle por su parte.
No dejéis de probar los espárragos con salsa holandesa y los huevos escalfados. La presentación de los platos es perfecta y la carta de vinos muy variada tanto en estilo como en precio.
La decoración es muy cálida.