El pulmón de Bergen.
Este lago natural , con forma octogonal, estuvo durante siglos unido a la cercana bahía Store Lungegårdsvannet a través de un estrecho, pero en 1926 se decidió rellenar de tierra el pequeño apéndice de agua para agrandar y renovar esa parte de la ciudad.
Hoy el lago se encuentra en un parque, en el centro de la ciudad, completamente integrado en el paisaje de Bergen, que no para de crecer y que lo considera su espacio de relax, su playa privada donde tomar el sol en verano y como no, en el lugar donde celebrar sus festividades y reuniones.
En un principio, el lago era casi el doble en tamaño, pero la ciudad, como hemos dicho crecía a un ritmo vertiginoso, con lo que fueron robando superficie sus orillas y sustituyéndola por tierra donde se levantarían edificios y plazas.