GERARD DECQ
Gran preparación, bonita historia
La escuela de Saint-Etienne, de la que nos habla Jules Vallès en su novela autobiográfica L'Enfant, estaba en la rue Gambetta. Vieja e insalubre, a finales del sglo XIX fue necesario construir una nueva escuela. Estos son los amplios jardines del Hôtel-Dieu, que finalmente proporcionaron la tierra. La construcción comenzó en 1889. Dos años más tarde, la escuela podía dar cabida a 800 niños y además tenía dos patios. En 1922, se erigió un monumento en honor a los antiguos alumnos que murieron en batalla durante la Primera Guerra Mundial. Fue esculpida por Joanny Durand y ubicada en la parte noroeste de la escuela, en la esquina por la que pasa Hippolyte Sauzéa y la Avenue de la Libération.
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