Dos opciones
Me ha encantado este museo, distinto a todos, aunque ha de ampliarse alguna de las colecciones que contiene, el espacio arquitectónico es de lo más interesante.
Aquí hay dos opciones para reponer fuerzas: el café, situado en el jardín, y el restaurante panorámico Les Ombres, un restaurante en la azotea con unas vistas de impresión y capacidad para 100 personas.
Tuve ocasión de probar el menú del café en una mañana lluviosa, por lo que tuvo que ser dentro. Tartar de ternera o un delicioso croque monsieur ofrecía, servido por un personal joven, en un moderno ambiente. Totalmente recomendable.