Baux-de-Provence

Perfecta mezcla de naturaleza, arquitectura, historia y belleza. En estos ugares la sabia armonía entre ser humano y natura.

Catalogado como uno de los pueblos más bellos de Francia, Les Baux representa esa Provenza oculta que descubres dejándote guiar por el instinto.

El pueblo está encalamado en un alto rocoso, con formaciones casi oníricas, de una piedra especial que sólo se encuentra en este lugar. Les Baux es visible si miras con precisión, ya que la simbiosis que tiene junto a las rocas puede hacerle pasar desapercibido. Al mirar con más atención, descubres que hay algo realmente maravilloso escondido.

Es una localidad en el sur de Francia, en la región de la Provenza. Al sur de la ciudad de Avignon, y está ubicada en el interior de un parque natural y sobre un enclave geográfico muy bonito. Conserva en estado de restauración la antigua villa medieval en el interior de una fortaleza amurallada. Las ruinas del castillo permanecen en muy buen estado, se puede visitar con aforo limitado, de hecho el aparcamiento es muy reducido y en la carretera de acceso está totalmente prohibido el estacionamiento. Las vistas desde lo alto de las torres son espectaculares y alcanzan varios kilómetros a la redonda sobre los olivares del valle del Baux, de los que se obtiene el aceite de oliva de la zona.

Este bello pueblecito está en la ruta de Arles a Saint-Rémy-de-Provance y es de parada obligatoria. La serpenteante carretera invita a parar en numerosos lugares para contemplar las montañas de roca de bauxita, muy abundantes en la zona.

No dejéis de visitar su antiquísima iglesia. El castillo en ruinas, cuyo acceso es de pago, nos pareció muy preparada para la visita de familias con niños, pues tienen montado un espectáculo con una catapulta y otro de ballestas.

El pueblecito está en lo alto de una montaña y esculpido en su roca, se mimetiza con ella.

La Provence tiene muchos rincones donde perderse, y uno de ellos es sin duda este pueblecito situado en lo alto de un peñón. Hay que dejar el coche en uno de los parking exteriores y a partir de ahí dejarse perder por sus calles y murallas donde el tiempo parece haberse detenido. Por supuesto hay que visitar los restos de su inmensa fortaleza, que fue mandada destruir por el célebre Richelieu. Es impresionante ver cómo los ingenieros y arquitectos de la época, allá por los siglos XII al XIV aprovecharon las peculiaridades del terreno para edificar este castillo.

Por cierto el mineral de

Cuando unos amigos franceses me mostraron la Provenza me llevaron a Les Baux y en el camino, muy cerca del pueblo me invitaron a entrar en un lugar que se llama La Cathedrale des Images. Es una antigua mina de bauxita (el material que forma les baux), un espacio muy grande , de techos muy altos, muy frasco en pleno verano que han preparado para ofrecer un espectáculo sin igual. Cuando yo lo ví, era sobre Picasso, y recuerdo que me sobrecogió. Imaginen una galería enorme,con tramos a derecha e izquierda,, donde al comienzo del pase se hace una oscuridad absoluta y de pronto empieza una sucesión de imágenes proyectadas que se multiplican por todos los planos, paredes suelo y techo, de cuadros, fragmentos de ellos o fotos de Picasso, acompañado todo ello por una trepidante música de guitarra flamenca y zapateado.

Maravilloso. Las mejores fotografías están en este lugar.