Fiesta Barroca
Durante la Edad Moderna triunfó el barroco, un estilo de decoración exhaustiva y recargada que parecía hecho a la medida de los privilegiados dominantes entonces para exhibir ese poder, a saber, la monarquía, la Iglesia y la nobleza. Así, palacios y templos, fachadas y retablos, se llenaron de adornos, volutas, molduras, columnas salomónicas, amorcillos y montones de elementos decorativos más.
Esa exaltación del poder tuvo su reflejo en las fiestas que organizaban reyes y aristócratas, con espectáculos teatrales y taurinos, fuegos artificiales, música, baile, juegos… Y puesto que la localidad burgalesa de Lerma se hizo un nombre por ser la sede del famoso duque que llegó a valido del monarca Felipe III, pocos lugares parecían más a propósito que ése para recuperar el espíritu festivo a la vieja usanza, entre otras cosas por la buena conservación de su casco histórico.