Parece ser que la culpa fue del...
Parece ser que la culpa fue del terremoto del 89. Los leones marinos se despistaron y acabaron en la Bahía de San Francisco. Las gélidas aguas los acogieron y, después, la ciudad. Se les habilitó un espacio y ahí andan, tan contentos. Para el turista se hace de lo más extraño, pero es impresionantes verlos ahí. Están en el Pier 39.