El lujo de lavar con agua caliente
Pocos españoles, a lo largo de la historia de nuestro país, han tenido la posibilidad y el lujo de poder lavar su ropa con agua caliente salida directamente de la tierra, como si fuera un regalo que hace la Madre para aquellos que saben aprovechar sus dones. Algunos de esos pocos afortunados, han vivido en Caldas de Montbui, donde el agua sale de las profundidades terrestres a unos 74º, casi en ebullición, y es conducida a fuentes donde poderla beber o a lavaderos donde su calor y componentes hacen desaparecer la suciedad de las prendas llegando casi a la desinfección, de manera natural.
Son varios los lavaderos públicos que encontramos en Caldas, aunque quizá el más emblemático sea éste de La Portalera, recientemente restaurado y mantenido en pleno funcionamiento para quien aún se aferre a las viejas tradiciones.