Para repetir
Estuvimos cenando en este restaurante y nos pedimos 3 tapas: un flautín de queso, una foccacia de jamón ibérico y un pepito de secreto ibérico.
El flautín era un pan alargado con queso dentro, tipo bocadillo. La foccacia tenía un sabor muy bueno a alguna especia que no sabríamos indicar, y el jamón estaba para hacerle un monumento, aunque el secreto no se quedaba atrás. El pepito de secreto rozaba lo adictivo; tierno, con mucho sabor y con un pan que te hacia la boca agua; combinación perfecta. Foccacia y pepito de secreto son dos platos obligados si vais a este restaurante.
En cuanto al precio, el restaurante es algo caro; el precio del refresco es de 3 euros. No sabemos si este precio es común a todos los restaurantes de la plaza mayor, pero si es abusivo a nuestro entender.