Roberto Gonzalez
Homenaje efímero.
Cada año, el día 3 de Mayo, la ciudad de Santa Cruz de Tenerife se engalana para celebrar las fiestas que le dieron nombre y por tanto sus Fiestas Fundacionales, y entre los numerosos actos que tienen lugar, el más llamativo, colorido y emotivo es sin duda el de las Cruces.
La Rambla del General Franco, o la Rambla a secas, como la conocen los chicharreros, es el lugar que desde hace años se ha escogido para exponer estas obras de arte efímeras que cada año se abren más a las posibilidades imaginativas de sus creadores.
Empresas, asociaciones de vecinos, colegios, particulares... Todos quieren participar en este acto que se ha convertido, con el paso de los años en un concurso que premia las cruces más innovadoras.
El origen de la fiesta, aparte de ser la conmemoración de la Fundación, viene de la celebración religiosa de la Invención de la Cruz, el 3 de mayo, y que es una de las tres fiestas que la Iglesia reservaba para dar culto al Santo Madero, junto a la del Triunfo, el 16 de julio, y la de la Exaltación, el 14 de septiembre. La de mayo hereda e integra un ancestral culto al árbol durante este mes, el mes del esplendor de la vegetación. También Jesucristo, fruto del árbol de la vida, renace en primavera, y aquí radica la idea de la Cruz como árbol que reverdece.
Las cruces permanecen en sus lugares varios días para que todos los visitantes puedan disfrutar de ellas.
Las cruces permanecen en sus lugares varios días para que todos los visitantes puedan disfrutar de ellas.
Leer más
+11