Las calles de Frigiliana

Callejear por estas enrevesadas calles puede ser divertido, puede ser tranquilo, puede ser mágico..; este precioso pueblo blanco malagueño es una de las joyas de la Costa del Sol. Escaleras arriba y abajo, túneles que te llevan a otras esquinas, fachadas llenas de flores, calles llenas de plantas y ventanas ocupadas por caras que se asoman.
Tiendecitas de artesanías y restaurantes con especialidades locales. Miradores cada 100 metros, sonrisas a cada paso, miles de fotos por hacer y solo un recuerdo de este precioso pueblo. Que gran día pasé!! Suerte, mucha suerte vivir el resto de tus días en este pequeño paraíso con vistas al mar y acostado entre montes.

Frigiliana es un lugar realmente sorprendente por la estrechez de sus sinuosas y empinadas calles, los pasadizos y callejones, sus muros y chimeneas, las que conforman así un una trama curiosa e increíble donde las pequeñísimas casas se alzan, unas sobre otras, impecablemente blancas, bien cuidadas y tachonadas de macetas, canteros, botijas y todo tipo de recipientes para albergar las más extraordinaria variedad de plantas, flores y pequeños árboles. Así son todas y cada una de las que recorrí y volvería a recorrer. Comenzaré dándoles algunos ejemplos Callejón del Estanco .

Mis amigas y yo pasamos las vacaciones en Torre del Mar (Málaga) y nos recomendaron visitar Frigiliana. Un pueblo blanco con sus calles empedradas y empinadas, sus macetas, sus puertas pintadas de colores...

Es como estar en otra época, refleja alegría en sus colores y paz con esas paredes de cal blanca. Recomiendo visitarlo, es precioso y encantador.

Darse un paseo por las calles de Frigiliana resulta una experiencia del todo relajante. Sus encantadoras fachadas blancas y sus puertas y ventanas teñidas de alegres colores hacen que el paseo sea de lo más agradable.

A nosotros además nos hizo muy buen tiempo. Y después del paseito una buena comida, su oferta gastronómica te va a sorprender. Pincha en "Donde comer" en Frigiliana y elige...

Descubrí este pueblo de la Axarquía de Málaga hace un par de años. Guardo un gran recuerdo de sus calles empinadas, su frescura vespertina y sobre todo de rincones especiales y de una luz impresionante. Como fotógrafo, disfruté tomando imágenes.

No destacaré gran cosa de aquí. Esta muy accesible desde la autovía del mediterráneo, así que si pasais cerca y queréis ver un pueblo bonito con vistas agradables daos un vuelta por aquí. Buen lugar para hacer una parada de carretera.

Sus paredes blancas adornadas con puertas azules la hacen de un lugar con mucho encanto.