El pueblo del pollo gigante
El pueblo de Lang Dinh An se encuentra a algo menos de 20 kilómetros de Dalat, y aunque en cierto modo no es más que un pueblo como cualquier otro que podamos ver en Vietnam, recomiendo su visita por dos motivos:
1- Es una estupenda excusa para "escapar", al menos por unas horas, de Dalat. Siendo sincera, se trata de una ciudad que no me gustó mucho, en la que no vi más que "frikadas" para hacer y contemplar, y de donde salí corriendo lo más rápido que pude. Pero esto, claro, es sólo mi punto de vista. Seguro que a mucha gente le encanta el lugar: si es tan turístico, algo tendrá...
2- El principal (y podríamos decir que único) reclamo, es una estatua de un pollo gigante. ¡Un pollo gigante en un pueblo perdido en las montañas de Vietnam! ¿Todavía dudáis de ir a verlo? ¿Habéis leído que tiene una estatua de un pollo gigante? ¡Por favor!
Al grano: el pueblo de Lang Dinh An es conocido por los turistas (y la Lonely Planet) como "Chicken Village", pero si preguntáis por ese nombre, ningún local sabrá de qué le estáis hablando. En realidad, si preguntáis por Lang Dinh An es muy probable que tampoco os den grandes indicaciones, así que mejor id cargados de paciencia, disfrutando del paisaje, y dispuestos a emplear varias horas para encontrarlo. Solo el paseo, merece la pena.
Aunque yo fui hasta allí en bicicleta, no lo recomiendo en absoluto, a menos que seáis consumados deportistas y el día sea radiante. El pueblo está más lejos de lo que parece, y como digo, tardaréis en dar con él. Por otra parte, la carretera (de montaña) está llena de cuestas, hacia arriba y hacia abajo, y si os llueve (como a mi) podéis pasarlo un poquito mal... Así que lo dicho: mejor ir en moto, que además en Dalat hay un montón de agencias que las alquilan (los Easy Drivers, entre ellas) y no salen muy caras.
Finalmente, llegaréis al Chicken Village. Lo primero que pensaréis es: ¿todo este camino para ESTO?? Como comentaba al principio, Lang Dinh An es un pueblo de lo más normal, muy pequeño (con decir que apenas tiene una calle...) y que a primera vista no parece ser más encantador, ni más especial, que cualquiera de los que habréis pasado por el camino. Pero entonces... ¡oh, entonces! Aparecerá el pollo. No tiene pérdida: es un señor pollo de varios metros, imposible que se os pase desapercibido.
Hecha la foto "frikie" de rigor, habrá todavía quién se pregunte: ¿y ahora, qué? Tranquilos, no os he hecho ir hasta allí solo para eso (aunque podría =P). El encanto de Lang Dinh An reside, además de en ver la estatua, en conversar con sus habitantes, que además de ser encantadores, os contarán la leyenda del pollo, y muchas otras curiosidades de esta pequeña comunidad, compuesta por minoría étnica que se rige por un fuerte sistema de matriarcado.
Así pues... ¿queréis saber la historia del pollo? Pues os vais a quedar con las ganas. Primero, porque contarla entera me llevaría otros cinco párrafos más, y este pequeño espacio pasaría de ser un "rincón" a una señora plaza de toros. Segundo: ¡porque quiero que vayáis a verlo! Será un experiencia, cuanto menos, curiosa. ¡Os gustará, seguro!
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