Y después del lago... la playa
El Lago de Jökúlsárlon es uno de los rincones más mágicos, no de Islandia, sino de todo el mundo. Ver los icebergs flotando en ese lago-glaciar, a las focas apareciendo entre ellos y poder recorrerlo en esas barcazas es una de las grandes experiencias que uno se lleva de un viaje a Islandia.
Pero queda una sorpresa más a escasos kilómetros del lago... La playa de arena negra a donde van a parar los restos de los icebergs, los cuales llegan hasta la misma orilla del mar.
El espectáculo de encontrarse rodeado de trozos de hielo transparentes posados sobre una arena negrísima es una de