Un oasis en Beijing
Cuando llegué a Pekín o Beijing ("capital del norte" en chino) me imaginaba un ciudad milenaria, con grandes monumentos y barrios históricos junto a zonas más modernas.
La realidad es que apenas hay lugares históricos fuera de los monumentos más conocidos (Ciudad Prohibida, Templo del Cielo, el Palacion de Verano, etc.). La mayoría de los barrios está compuesta de tropecientos edificios altos de pisos u oficinas a cuál más alto y más gris.
Menos mal que ahí estaba Houhai, unos lagos al norte de la ciudad. Lo mejor es ir entre semana, cuando no hay tanta gente y disfrutar de la puesta de sol en las terrazas de los cafés y bares que lo rodean.