Silencio otoñal y gotas de agua sobre el agua
Muy acostumbrado a parques, lagos y otros espacios naturales aquí en Escocia, muy pocas veces he estado en un lugar tan sugerente como el lago central del parque de Aros que lleva el mismo nombre y que posee una historia curiosa.
Es sin duda el paseo más bonito de todo el parque siguiendo el sendero que recorre sus orillas de una forma circular, entre arboles, espacios para sentarse y deleitarse con las vistas ... pero sobre todo relajarse allí sin ruido alguno con la excepción de las gotas de lluvia al chocar sobre la superficie del agua. Increíble.
En principio el lago se concibe como no natural pues se construyó un estanque que se pudo llenar con corrientes subterráneas y que originalmente era mucho más recogido que el lago que se aprecia en la actualidad. Cuenta una leyenda que tiempo atrás la hija menor de esta familia adinerada recibió un desaire amoroso junto al estanque y comenzó a llorar. La joven amaneció sin vida y para la sorpresa de todos el estanque era un lago, lo que une las lagrimas de la joven con un efecto de magia, que a su vez atribuye al lugar un toque místico, que si es verdad que lo tiene.