cinzia d'agostino
Aire de la celebración
Aria di festa
Quando a Genzano via Italo Berardi si ricopre di un tappeto di fiori per l'evento spettacolare dell'Infiorata, si guardano certamente poco i palazzi a destra e sinistra di questa strada costruita tra la fine del 1600 e l'inizio del 1700. Sia a destra sia a sinistra, è tutto un susseguirsi di costruzioni diverse tra loro, la cui età è comunque ascrivibile a quel periodo pieno di fervore anche urbanistico e architettonico. Tra gli altri, ecco la sede del Comune che occupa l'ex Palazzo della famiglia Amerani, del secolo XVIII. Il Municipio genzanese è lì dal 1844, quando fu venduto da Giovanni Amerani che era un incisore della zecca pontificia. Come altri edifici della zona, è provvisto di un cortile interno in cui, nonostante le ristrutturazioni nel corso degli anni, sono ancora lasciati a vista elementi molto usurati, come una porta che probabilmente serviva per accedere alle stalle (quando si usavano i cavalli). Scendendo la strada a partire dall'ampia scalinata che le sta alle spalle, è una gioiosa esperienza tra i differenti look dei palazzi e un'occasione per passeggiare tra i negozi, tra cui le botteghe che vendono prodotti a base di carne di maiale, molto apprezzata in zona, come porchette, pancette e guanciali. Insomma, un occhio alla storia e alla cultura e uno alla gola!
Cuando en Genzano a través de Italo Berardi está cubierto con una alfombra de flores para el evento espectacular dell"Infiorata, que sin duda se parecen a los edificios a la derecha ya la izquierda de esta carretera construida entre finales de 1600 y principios de 1700. Tanto derecha e izquierda, es una sucesión de diferentes edificios entre sí, cuya edad es todavía debido a que el tiempo también lleno de fervor urbano y arquitectónico. Entre otros, aquí es la cabecera del municipio que ocupa el antiguo palacio de la familia Amerani del siglo XVIII. El genzanese Ayuntamiento está allí desde 1844, cuando fue vendido por John Amerani que fue un grabador de la ceca papal. Al igual que otros edificios de la zona, está dotado de un patio interior en el que, a pesar de las renovaciones en los últimos años, todavía quedan expuestos elementos muy desgastadas, como una puerta que probablemente servía para acceder a los establos (cuando se usan caballos). Bajando por el camino fuera de una amplia escalera que está detrás de nosotros, es una experiencia alegre entre los diferentes aspecto de los edificios y la oportunidad de pasear por las tiendas, incluyendo las tiendas que venden productos hechos de carne de cerdo, muy popular entre los locales, como el asado de cerdo, tocino y almohadas. En resumen, un ojo a la historia y la cultura y uno en la garganta!



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