Pintoresca y diferente esta
Paseando por la Praça da República llegamos hasta el Puente Romano en el que vimos un pilar blanco pintado en colores con el escudo de la ciudad y una inscripción en homenaje a los caídos durante la crisis política de 1383 a 1385 defendiendo el puente en el que se obtuvo la victoria en la lucha por la independencia de Portugal. Apenas del otro lado del Puente Romano casi se huele el mar allí nomás, las casas antiguas, algunas casi en ruinas pero con bellísimas rejas y muchísimas plantas, algunas totalmente descascaradas por el tiempo y la humedad, pero otras lucen tiestos con flores, alguna sombrilla y pintura muy blanca.