El Mirador de la Piedra del Sapo
Cuenta la leyenda, que por estas tierras turolenses de la Sierra de Gúdar, solían pasear y hacer diabluras unos seres fantásticos llamados trasgos y arpías. Tanto mal hacían que las gentes de aquellos alrededores comenzaron a tenerlos verdadero terror.
Tal fue el miedo entre los habitantes, que algunos empezaron a invocar la ayuda sobrenatural para poder derrotar a aquellos personajes que no les traían más que desgracias.
Dicen que fueron tantas las oraciones, que un día apreció un animal enorme que perseguía a las arpías y trasgos y les arrojaba veneno hasta hacerles desaparecer.
Este animal mágico y protector comenzó a ayudar a los habitantes del lugar en sus cosas más cotidianas: las tierras de cultivo fueron más fértiles, las enfermedades se curaban enseguida y las gentes vivían muchos más años.
Dicen los lugareños que un día apareció petrificado en una roca, en lo alto de una loma, orientado al pueblo como si lo estuviera vigilando.
Según la leyenda, quién toca esta Piedra del Sapo tres veces en luna llena tendrá en su vida: salud, dinero y amor.
A este mirador se accede por la misma carretera que llega a Alcalá de la Selva. El camino que sube al mirador es corto y fácil de subir. Tiene una barandilla de madera y el suelo es de piedra y roca.
Arriba, las vistas del valle son espectaculares. Al fondo se ve Alcalá de la Selva y su castillo. Desde el Mirador del Sapo se puede ver la piedra famosa del Sapo de la leyenda. Solamente hay que buscarla con un poco de imaginación.
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